Colecciones
Nuestras colecciones las hemos dedicado a algunas de las mujeres que nos inspiran. Estas son sus historias.
#mujeresinspiradoras
Isabel de villena
Escritora
1430 – 1490, Ciudad de Valencia (Reino de Valencia)
Nace como Elionor Manuel de Villena en 1430 en la Ciudad de Valencia, en pleno siglo de oro de la lengua valenciana. A los 15 años entra como novicia clarisa y cambiará su nombre por Sor Isabel de Villena.
En su brillante obra Vita Christi se ocupa abundantemente de los personajes femeninos de la Biblia y defiende abiertamente la superioridad moral de la mujer frente al hombre. Por este hecho y por los enfrentamientos con Jaume Roig (escritor y médico de su congregación) debidos a sus pensamientos misóginos, que aparecen en L’espill (o Llibre de les Dones), es considerada una de las primeras protofeministas europeas. Pese a todo ello, tuvo un gran reconocimiento en la época, admirando su inteligencia y su obra los demás intelectuales de la época.
Fátima al-Fihri
Fundadora de la primera universidad
800, Cairuán (Túnez) – 880, Fez (Marruecos)
Se desconoce la fecha de nacimiento de Fátima bin Muhámmad al-Fihri (فاطمة بن محمد الفهري), que murió en el año 880. Tunecina e hija de Muhámmad al-Fihri, importante hombre de negocios de la época que se trasladó, con su familia, desde Túnez a Marruecos en la época del reinado marroquí de Idrís II.
Creció en un núcleo familiar que prestaba especial importancia a la educación. Ya de adulta, se dedicó en cuerpo y alma a proyectos que contribuyeran a impulsar un mayor desarrollo de su comunidad. Tras la muerte de su padre y su marido, recibió una gran herencia que, junto a su hermana, invertirían, entre otros proyectos sociales, en la edificación de una madraza, en el año 859, donde reforzar la educación de jóvenes. Alrededor del siglo X, ya se había convertido en un importante motor intelectual del país.
Este centro de estudios superiores se reconoce (anacrónicamente) como la primera universidad del mundo. Aún hoy operativa, la Universidad de Qarawiyyin en Fez (Marruecos), está considerada como un importante núcleo intelectual del Mediterráneo. Su excelente reputación atrajo a pensadores como Gilberto de Auvernia que, tras su formación en ella, se convertiría en el Papa Silvestre II, célebre por introducir los números arábigos en Europa, junto al concepto cero.